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Fundación Padre Hurtado en la ruta del Sentido Social

Por: Gabriela Requena V. / Fundación Padre Hurtado

La Fundación Padre Hurtado es una obra espiritual de la Compañía de Jesús, tiene su sede en el Santuario que custodia los restos mortales del Santo y es parte de un conjunto de espacios dedicados a honrar su memoria y contemplar su legado. Presta a la comunidad, por medio, de la acogida a los peregrinos que acuden a él, un servicio de escucha activa y la comprensión amorosa de sus dificultades, para esto el área de pastoral, despliega en terreno a un equipo de personas profesionales y voluntarias que reciben y acogen todos días del año a peregrinos y visitantes nacionales y de muchos lugares del mundo.

Nuestro propósito es inspirar a la iglesia y a la sociedad a hacer el bien con el testimonio del Padre Hurtado desde diversas áreas de acción, no está dentro de nuestro mandato la atención social pero, ha sido necesario asumir este rol impuesto por la realidad circundante, por su ubicación geográfica (Comuna de Estación Central, Santiago) a diario se presentan múltiples demandas de personas que buscan refugio y abrigo espiritual. No podría este espacio de oración y donde descansa unos de los padres de la Patria hacerse indiferente a la necesidad de quienes con gran fervor concurren para alcanzar paz y tranquilidad.

El carisma propio del Santuario es precisamente despertar en quienes lo visitan, el sentido social, recordemos que el padre Hurtado lo definía como “aquella cualidad que nos mueve a interesarnos por los demás, a ayudarlos en sus necesidades, a cuidar de los intereses comunes. Si ensayamos una definición más cabal, podemos decir que es aquella aptitud para percibir y ejecutar prontamente, como por instinto, en las situaciones concretas en que nos encontramos, aquello que sirve mejor al bien común”

Nuestra cotidianidad transcurre entre atender, orientar y ayudar a quienes se acercan al Santuario. Se parte con un encuentro personal donde se escucha atentamente, lo que quiere expresar el peregrino y así canalizar y orientar según su necesidad, vale decir desde lo espiritual y religioso, pasando por lo personal hasta lo básico material como: alimentos, juguetes, ropa usada, información, orientación, entre otras, para calmar y de ser posible sanar heridas y carencias que se manifiestan de manera humilde y con gran sensibilidad. Familias, mujeres responsables de sus hijos, abuelos, abuelas y diversos grupos etarios visitan a diario el Santuario del Padre Hurtado siendo atendidos por la coordinación social-pastoral que acoge con disposición y afecto a cada uno, en la espera de brindar esperanza a quien la necesite.

La atención se brinda básicamente, a personas que se encuentran en riesgo de vulnerabilidad, ya sea por estar desempleados o en condiciones de salud delicada, con carencias sociales que requieren un apoyo inmediato para resolver lo urgente, y luego avanzar a soluciones más definitivas y que permitan superar su estado de necesidad, solamente durante los últimos 8 meses logramos atender a 210 personas de las cuales, el

41%3 de esas atenciones, corresponden a personas migrantes que buscan ayuda material, inmaterial, comprensión y consuelo en la figura del Padre Hurtado, hecho que se ha convertido para la Fundación en una oportunidad de dar a conocer su mensaje.

La convicción ferviente del amor hacia el otro y el sentido social que el Padre Hurtado nos regala en su libro Humanismo Social, invita a seguir extendiendo nuestras manos y fortalecer desde lo más profundo a quienes servimos en esta Fundación a recibir a todos los migrantes que llegan a este país y nos requieren. La acción pastoral de la Fundación convive con la nobleza de las obras inigualables del Padre Hurtado, y las ofrece en sus mensajes como fuente viva de la fe en Jesús de Nazaret a pueblos enteros que, aun no siendo chilenos de nacimiento, se aferran a la esperanza de mejorar sus vidas y extender hacia sus propias tierras la creencia en el Padre de la Patria Chilena; San Alberto Hurtado.

No es nuestra misión institucional preocuparnos por resolver situaciones de índole social de quien llega al Santuario en busca de orientación, en la Fundación se ha construido un sentido de solidaridad de quienes hacemos vida en este espacio. Para nuestro equipo comprometido con la conservación y difusión del legado del Padre Hurtado, es un quehacer que nos mantiene activos ante cualquier necesidad de peregrinos y visitantes.

La presencia de personas migrantes nos han servido de enseñanza de lo que nos dejó el Padre Hurtado como misión. Hemos constatado que los migrantes en su mayoría han visto muchos sueños no cumplidos y han tenido que aceptar condiciones inapropiadas para sobrevivir en un país donde es evidente la saturación de la red de apoyo en situaciones de extrema necesidad. Gracias a las enseñanzas del Padre Hurtado y su ejemplo de vida, hemos aprendido a reconocer las carencias de otros, acompañamos y orientamos sin juzgar, estamos aquí esperando que se manifiesten y con la mejor disposición ponemos nuestro sentimiento de ayuda desinteresada y con el corazón lleno de alegría por esa persona que se está atendiendo.

Somos una célula de la iglesia y parte del cuerpo apostólico de la Compañía de Jesús que acepta modestamente y siguiendo las huellas de San Alberto Hurtado, el llamado4 del papa Francisco de hacer todo aquello que esté en nuestras manos, para acoger, proteger, promover e integrar a los emigrantes

1 Comentario

  1. Maria Loreto Isla Moraga

    Gracias a la Fundación por todo lo que hacen para que el legado del Padre Hurtado sea eterno y la solidaridad y el amor reine en nuestro país.

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