“Hoy estamos cumpliendo un sueño: que el Santuario del Padre Hurtado sea un lugar de encuentro entre las personas, las generaciones y las culturas”, dijo Jorge Muñoz SJ, rector del Santuario, al presentar a la banda más famosa de Chile para celebrar los 12 años de canonización de San Alberto Hurtado.
Fue un tarde llena de emociones. Un niño no vidente de nuestra comuna de Estación Central, amante de la música, llegó junto a su abuela para escuchar a Los Jaivas; familias con hijos pequeños esperaban ansiosos el arribo de los músicos al teatro del Santuario; alumnos de los colegios de la comuna reservaron asientos lo más cerca posible del escenario… Y es que la oportunidad de ver y escuchar a esta mítica banda, en el íntimo ambiente del Santuario del Padre Hurtado, fue única.
Días previos a esta presentación, organizada para celebrar los 12 años de la Canonización del Padre Hurtado, el músico y sacerdote jesuita Cristóbal Fones nos escribió:
“Los Jaivas es una banda que ha marcado e interpretado la historia, la cultura, los oídos y los sueños de muchos chilenos a lo largo de varias generaciones. Desde sus orígenes en la década del ’60, ella misma ha pasado por muchas etapas y estilos, al igual que nuestros pueblos. Desde la música tropical al rock progresivo, desde la improvisación al jazz y la fusión latinoamericana. Han asumido tareas titánicas, como musicalizar temas del Canto General de Pablo Neruda en Alturas de Machu Picchu, o reversionar canciones de Violeta Parra a inicios de los ’80. Para muchos de nosotros, su popular canción “Todos juntos” ha sido pasaje obligado en nuestra aproximación al canto con sentido. Hay que decirlo: son inclasificables. Cada uno se aproxima a estos maestros de la música chilena desde un rincón e imaginario particular. Con todo, en su música reúnen y convocan anhelos muy profundos de todo ser humano: la conexión con su territorio, la lucha de los pueblos, el respeto por la naturaleza y el fuego que empuja a la vida”.
Pero además, esta presentación fue el inicio de un sueño. Como destacó el rector del Santuario, Jorge Muñoz SJ, “queremos que este Santuario sea un lugar de encuentro entre las personas, las generaciones y las culturas”.
Una vez en el escenario los presentes fuimos testigos de la magia que produce la música de Los Jaivas. Y a la vez, en una inédita modalidad de conversatorio, estos prodigiosos músicos dialogaron con los presentes.
“Los músicos nos vamos tocando”, dijo Juanita Parra, respondiendo así a una adolescente que preguntó cómo el paso del tiempo no disminuía las capacidades de los músicos. Y le explicó que la música mantiene alerta y vital al ser humano y que por esa razón ellos como banda crearon una fundación que busca potenciar los talentos musicales de los niños y adolescentes.
Claudio Parra recordó cómo empezaron a crear el lenguaje musical de Los Jaivas en sus comienzos: “buscábamos todas las formas en que podía sonar un instrumento, improvisábamos durante horas, hacíamos teatro junto con música…, probábamos de la A hasta la Z, y acá estamos, al final con la z”.
Un momento particularmente emocionante fue la interpretación de “Run Run”, de Violeta Parra. “Ella componía de manera muy simple, sin embargo esa simpleza no se conlleva con la complejidad de su música, tan de vanguardia”, describió Mario Mutis.
Los Jaivas animaron a los niños y jóvenes presentes a participar en la sociedad, a involucrarse, a formar parte: “Nosotros siempre hemos tenido ganas de comunicar nuestra misión: esta es nuestra forma de ver la vida, ser un aporte al mundo”, les dijeron y animaron a volver al Santuario, a ocupar sus espacios: “Disfruten estos lugares para hacer cosas entretenidas”.
Terminamos esta jornada con el corazón encendido y lleno de agradecimiento por la música y testimonio de quienes han sabido enriquecer a nuestra Patria a través de su arte.