1. La misión del universitario es la del estudioso que traduce esos ideales grandes del hombre de la calle en soluciones técnicas, aplicables, realizables, bien pensadas. Hacerlo es la mayor obra de caridad que puede hacer un hombre, pues es la caridad social, pública.
2. El universitario debe llegar a adquirir la mística de que en el campo propio de su profesión, no es solo un técnico, sino el obrero intelectual de un mundo mejor.
3. Cada profesión ha de ser concebida no solo como un medio de ganarse la vida, de mejorar su situación económica, de labrar un porvenir a sus hijos, sino también como el ejercicio de una misión social y una colaboración al bien común de la sociedad.
4. ¿Qué sentido social tiene mi profesión? ¿Qué posibilidad de servir a los demás encuentro en mi vida de trabajo? ¿Cómo puedo realizarlas?
5. Vemos con frecuencia a muchachos dotados maravillosamente, que, por culpa propia o de sus padres, renuncian a explotar esas cualidades y se embarcan en empresas minúsculas en su sentido divino y aún humano. Sus trabajos no tienen otra perspectiva que la de ofrecerles dinero…