Este domingo tuvimos un evento de gran importancia en nuestro país: la elección de los consejeros y consejeras constitucionales que tendrán a su cargo revisar la propuesta de los expertos y dar a Chile una nueva constitución, que reemplace la de 1980, promulgada en tiempos de Pinochet.
¿Se imaginan que haría el Padre Hurtado si estuviese vivo?
Creo que nos recordaría (probablemente ya no hablando por la radio, sino por algún canal de Youtube, Tik Tok, un Live de Instagram o donde pudiese llegar a un mayor número de gente), que “Una nación, más que su tierra, sus cordilleras, sus mares, más que su lengua, o sus tradiciones, es una misión que cumplir.Y Dios ha confiado a Chile esa misión de esfuerzo generoso, su espíritu de empresa y de aventura, ese respeto del hombre, de su dignidad, encarnado en nuestras leyes e instituciones democráticas.” Diría todo esto desde un hondo amor a Chile, que rezamos y pedimos que anime a los consejeros constitucionales y a todos los chilenos y chilenas en este momento. Que llevemos el proceso con un hondo amor a la patria.
¿Cuál es la misión de Chile?, nos preguntaría Alberto. ¿Cómo lograrla? ¿Cómo llevar este proceso constitucional para que nos ayude a tener un país mejor y lograr esa misión de esfuerzo generoso y espíritu de empresa, de respeto al hombre y la mujer y su dignidad propia de Chile? Nos llamaría a enfrentar este proceso, no con egoísmos partidistas, no con cada grupo tratando de “llevar el agua siempre para su lado”, sino a hacerlo con “sentido social”.
¿Qué es el sentido social? Llama la atención que el Padre Hurtado, en cuyo honor se estableció el día de su muerte -18 de agosto- como “Día de la Solidaridad”, usó muy poco esta palabra, y prefería la expresión “sentido social”.
Así, a “volá de pájaro”, el sentido social es para el Padre Hurtado una especie de sexto sentido, “esa actitud espontánea para reaccionar fraternalmente frente a los demás, que lo hace ponerse en su punto de vista ajeno como si fuese el propio; que no tolera el abuso frente al indefenso; que se indigna cuando la justicia es violada”. Una actitud que a algunos podía surgirles de manera más espontánea, pero que es una virtud que no se queda en la empatía, sino que implica y pone en juego nuestra libertad y voluntad: se puede y se debe aprender a buscar el bien del otro, y que eso se convierta en un hábito.
La expresión “sentido social” es otra manera de hablar del amor, pero a un nivel de amistad cívica, que debe animar a cada uno de los que participan en el proceso constitucional, para buscar el bien común. Lejos de ser una abstracción, el bien común significa “el conjunto de aquellas condiciones de la vida social que permiten a los grupos y a cada uno de sus miembros conseguir más plena y fácilmente su propia perfección”. Que la vida de cada uno de los chilenos y chilenas pueda ser mejor, más humana, más digna.
En palabras de Alberto, algunos criterios que no pueden faltar en esta discusión son:
“Sentido social: esto es, la conciencia de los problemas humanos sea que me toquen a mí directamente o no; pero ningún problema humano en el fondo me puede ser extraño.Cada problema debe aparecer en su aspecto humano, en sus relaciones con el hombre: ¿Lo ayuda en su ascensión humana o lo estorba? ¿Qué consecuencias acarrea y cómo remediar a ellas?… que el médico no vea sólo cuerpos, ni el abogado sólo pleitos, ni el ingeniero sólo número de operarios y de costos, sino problemas humanos… y cuando el desorden de estructuras aparezca se avive su sentido de responsabilidad social.”
Y además, pediría a los consejeros y consejeras, y a todos nosotros, que tengamos un:
“Sentido del escándalo siempre vivo.Sus ojos abiertos al mal, no para deshacerse en crítica estéril, sino para remediar y construir. La única razón de ser crítico es ser constructivo, como la única razón para echar abajo una casa es edificar otra en su lugar.”
“Quien comprende esta doctrina entenderá qué significa la solidaridad social: ese vínculo íntimo que une los unos con los otros para ayudarlos a obtener los beneficios que puede darles la sociedad. La responsabilidad social: que dice bien claro que no puede uno contentarse con no hacer el mal, sino que está obligado a hacer el bien y a trabajar por un mundo mejor”.
1 Hurtado, Alberto; Un fuego que enciende otros fuegos. Páginas escogidas del Padre Alberto Hurtado; p.121.
2 Hurtado, A.; Un fuego para la universidad.
3 Catecismo de la Iglesia Católica § 1906
4 Hurtado, A; Moral Social. Obra póstuma de San Alberto Hurtado; Ediciones Universidad Católica de Chile; edición digital.
Bárbara Symmes Avendaño, encargada de contenidos de la Fundación Padre Hurtado, es doctoranda en filosofía de la Universidad de los Andes, licenciada en Historia de la PUC y educadora. Le encanta viajar, los deportes, el cristianismo oriental y tiene alma de apóstol. Hizo su tesis de historia sobre el Padre Hurtado y los jóvenes, y ahora está trabajando temas de relacionalidad, feminismos, mujer y afectividad desde la filosofía.
Espero que la voz del pueblo, que según dice la sabiduría popular, es la voz de Dios, ésta vez sea escuchada y en verdad los políticos y dirigentes de éste hermoso país, logren buscar el bien común, el verdadero sentido social, en el cuál, los derechos de los más oprimidos sean escuchados y logremos mejorar la calidad de vida de todos, pues todos somos hermanos… Bendiciones 🙏 un abrazo
Así es @Óscar Rueda. Que puedan tener altura de miras y realmente plantearse sobre lo que es mejor para el país, para los chilenos y chilenas y los hermanos que viven acá. No importa quien gane, no se debe perder lo que dices, que todos sean escuchados, especialmente los que tienen menos oportunidades. Un abrazo.
“Una nación, más que su tierra, sus cordilleras, sus mares, más que su lengua, o sus tradiciones, es una misión que cumplir”, gracias por recordarnos el sentido social, la conciencia de que solo podemos avanzar como sociedad si colaboramos, por encima del bien individual, por un bien mayor en común.
@Ale Cetty, es hermosa la visión que tenía el Padre Hurtado de Chile. Lo amaba, tenía esperanzas, y una visión realista de sus dificultades, que lo impulsaba a poner las manos en el barro y trabajar. No quejarse estérilmente, sino compartir su anhelo, su trabajo, su deseo. Un abrazo.
Es tan importante como dices tú (y el P. Hurtado) que quienes tienen en sus manos la discusión constitucional lo hagan teniendo presente el sentido social de esa pega. Está tan encaraginado el ambiente que se pierde el norte y la ciudadanía se ha ido dando tumbos buscando (eligiendo) a quién le da las respuestas que necesita…Ahora estos Consejeros deben meterse a su trabajo, elaborando una propuesta constitucional, pero no puede ser que los grupos políticos a los que representan estén por otro lado, negándole al gobierno poder legislar en el tema de pensiones y salario mínimo, porque el gobierno no es de las fuerzas políticas que ganaron en la elección de Consejeros Constitucionales. Nuevamente, la pelea chica, que agota a la ciudadanía, que espera que tengan sentido social, dando respuesta a sus demandas más sentidas.
Así es @Eliana Santibáñez. El Padre Hurtado decía que un presidente, un senador, cualquier funcionario público, lo debía ser de todos y todas los chilenos, no de algunos nada más. Por eso, el criterio del bien común y del sentido social deben guiar esta discusión. Recemos, Eliana, para que así sea. Un abrazo.
Muy importante recordar ese sentido social y la nación como misión. Gracias
Gracias a ti @Mapi. ¡Chile una misión por cumplir! Un abrazo.
El Padre Hurtado, en cada escrito nos da un ejempo de diálogo y entrega al país. Él vive en permanente búsqueda del bien común.Creo que ese espíritu debería primar en los constituyentes y en todos los chilenos, porque ninguno sobra.
¡Gracias a la Fundación por llamarnos a reflexionar en clave hurtadiana!