Este miércoles el Santuario Padre Hurtado fue escenario de un emotivo hito de solidaridad y colaboración. Recibimos a representantes del Colegio San José de Chicureo, la Ludoteca Municipal Gabriela Mistral, y la Fundación El Pequeño Cottolengo, en una ceremonia de entrega de donaciones que demuestra la importancia de tender la mano al prójimo.
Durante la actividad, se concretó la entrega de artículos de higiene bucal y libros, recolectados en el marco del mes de la solidaridad, un esfuerzo coordinado por el departamento de pastoral del Colegio San José de Chicureo. La donación consistió en 600 libros usados en buen estado, 220 cepillos dentales para adultos, 160 cremas dentales, 100 cremas dentales para niños y 120 cepillos dentales para niños.
“Para nosotros, esta colecta fue más que reunir artículos. Fue una oportunidad de enseñar a nuestros estudiantes el valor de ayudar a quienes más lo necesitan. Ver la respuesta y compromiso de las familias fue realmente conmovedor”.
Ana María Mebus, Coordinadora Pastoral del Colegio San José de Chicureo.
La Ludoteca, que además está emplazada en el frontis del Santuario, recibió una parte de los libros entregados como aporte solidario. Durante la ceremonia estuvieron presentes varios integrantes, incluso las estudiantes en práctica que se encuentran trabajando allí.
“Nosotros siempre estamos haciendo hartas cosas, tenemos harto trabajo y esta donación nos ayuda mucho”.
Ana Méndez, representante Ludoteca Gabriela Mistral.
Y, como ya son de la casa, el Pequeño Cottolengo llegó con un canasto lleno de chocolates para repartir. Esto pues ellos fueron escogidos para recibir artículos de aseo personal y la otra parte de los libros aportados por el Colegio San José.
“Como dice nuestro patrono: sólo la caridad salvará al mundo. Esto es muy importante para nosotros y, sin duda, nos hace sentir como parte de la familia. Así que estamos muy agradecidos”.
Paola Romero, directora de carisma y voluntariado Pequeño Cottolengo Cerrillos.
La Fundación Padre Hurtado, fiel a su misión de servir como puente entre quienes buscan ayudar y quienes necesitan apoyo, resaltó el significado de este acto. Un mensaje muy sentido que fue reforzado cuando la directora ejecutiva, María Paz Vega, entregó en reconocimiento al Colegio San José una réplica de la característica camioneta verde del Padre Hurtado.
“Nosotros no hacemos esto casi nunca, pero el valor de hacer comunidad y construir una cultura del encuentro nos impulsa a estas significativas excepciones. Es importante ayudar, pero también es relevante que se haga con transparencia y he ahí otra importante razón para llevar a cabo esta ceremonia”.
María Paz Vega, directora ejecutiva Fundación Padre Hurtado.
La jornada concluyó con un llamado a seguir trabajando en red para fortalecer los lazos de solidaridad en Chile y continuar apoyando a quienes más lo necesitan. La Fundación Padre Hurtado agradece a todas las instituciones participantes y reafirma su compromiso con el verdadero sentido social.