Continuamos con la serie comenzada hace dos semanas sobre algunos artículos del Archivo Histórico de la Fundación Padre Hurtado, iniciado gracias al aporte de la Compañía de Jesús, y que se espera abrir al público el 2024. En esta ocasión, les traemos unos recuerdos sobre las Caminatas de la Solidaridad de los años 90’.
Una cosa que nos permite la historia es volver a mirar, y tener una perspectiva más amplia del presente. Los años 90’ eran una época muy distinta a hoy. Recién salíamos de dictadura, después de 16 años, y había relatos cohesionadores de la sociedad, siendo uno de ellos la religión católica, avivada por la visita de 1987 de San Juan Pablo II.
No sé si recuerdan, pero la Plaza Italia, además de ser centro de manifestaciones y celebraciones deportivas, fue el escenario de la Fiesta de la Resurrección, que se celebró en este lugar desde 1997 y congregaba más 25,000 personas entre jóvenes y familias. No cuento esto es un espíritu de “todo tiempo pasado fue mejor”, sino que nos demos cuenta de que la historia da vueltas, y que lo que vemos hoy no es lo que ha sido ni lo que permanecerá por siempre. Somos agentes que pueden transformar la historia, y como decía Agustín a los que se quejaban de que sus tiempos eran malos: “sean mejores y los tiempos serán mejores. Ustedes son el tiempo”. Es bueno recordarlo hoy, llegando al fin del año litúrgico, cuando comenzamos a escuchar lecturas de la segunda venida de Cristo y el fin de la historia, y al acercarse Adviento, cuando volvemos la mirada a su primera venida en la carne.
En ese espíritu de volver a mirar, queremos hoy mostrarles unos recortes de prensa de la Marcha de la Solidaridad del 15 de agosto de 1993, organizada, como hasta hoy, por la Fundación Padre Hurtado y la Vicaría de la Esperanza Joven. Nos cuenta Mijael Obando, el archivero de la Fundación Padre Hurtado, un poco sobre el contexto histórico:
“El 19 de mayo de 1993 se instituyó como fecha oficial el 18 de agosto como el “Día de la Solidaridad” para los chilenos. Esta conmemoración se realizó en honor del día del fallecimiento del padre Hurtado, el cual fue un evento que no sólo pretendió recordar las labores que realizó en vida este santo, sino también, comenzar a aumentar el conocimiento de sus acciones para impulsar su beatificación y canonización. El 15 de agosto se celebraron una serie de actividades, entre las que se pueden encontrar una enorme marcha realizada por la Fundación Padre Hurtado y la VEJ. Tres días después, el presidente de la República de Chile, Patricio Aylwin Azocar emitió un saludo a la “Secretaría de Prensa” estableciendo de forma oficial el 18 de agosto como el día de la Solidaridad en Chile. Acá explica que este mes fue seleccionado como “recuerdo del Padre Hurtado y como expresión del testimonio de vida que él nos dio… [porque él] fue testimonio de vida, que vale la pena entregarse al servicio del otro”.
En esa ocasión, el año 1993, se congregaron más de 10,000 personas para la Caminata, sobre todo jóvenes. La Camioneta Verde encabezaba la caravana, tal como lo hizo este año. En esa época, la peregrinación partía a las 14:30 desde la Estación Mapocho, con un festival de canciones animado por Claudia Conserva. Luego, recorría las calles Balmaceda, Cumming, O’Higgins y ex General Velásquez, hoy Avenida Padre Hurtado. Dice “La Tercera” que “las columnas de jóvenes, por testimoniar la solidaridad al beato, se hacían interminables.” El presidente del Instituto Nacional de la Juventud (INJ), Francisco Estévez, contaba al periódico que “los jóvenes ven en él un ejemplo de servicio y entrega a una gran causa, como es la solidaridad con los más pobres. Esa opción es muy válida para la juventud de hoy.” Por el trabajo que el 2023 la Fundación Padre Hurtado sigue realizando con jóvenes, creemos que sigue siendo cierto.
Como testimonió el Padre Hurtado, y recordaba Patricio Aylwin, el ocuparse y preocuparse por el otro puede unirnos como país. Hoy, 2023, sigue valiendo la pena entregarse al servicio del otro.
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