En la Fundación Padre Hurtado nos planteamos la pregunta ¿dónde nacería Cristo hoy?, para inspirar la realización del pesebre instalado a la entrada del Santuario.
Con ayuda de los y las trabajadores de la Fundación Padre Hurtado y voluntarias del Santuario, se repararon las piezas centrales del pesebre y se construyó un ruco, emulando las viviendas de emergencia o transitorias que vemos instaladas en distintos lugares de nuestro país y que nos recuerdan la sencillez y precariedad que afecta a tantas personas en la actualidad.
El Rector del Santuario, Arturo Vigneaux sj, señaló que “la realidad del pesebre debe recordarnos la importancia de mirar a quienes más lo necesitan e interpelarnos para superar la indiferencia ante el dolor de las personas”.
La directora ejecutiva de la Fundación Padre Hurtado indicó que “el ruco que acoge a las figuras del pesebre es un llamado a despertar el sentido social, del que tanto nos habló el Padre Hurtado, de manera muy concreta en estas fechas y como un mandato permanente que permita evidenciar de manera muy concreta lo que significa una fe puesta en acción”.
La directora de Pastoral, Marielita González, invitó a establecimientos escolares a colaborar en esta construcción comunitaria del pesebre, llamado que fue acogido por los alumnos de III Medio del Colegio José Antonio Lecaros, quienes acompañados por la docente y Coordinadora de Pastoral, María Isabel Miranda, ayudaron en la decoración y aportaron la frase que corona el ruco: “Que el amor y la justicia vayan de la mano”, como mensaje central para esta Navidad.
