Este post es la tercera entrega de la serie sobre algunos artículos del Archivo de la Fundación Padre Hurtado. Esta vez les hablaremos de los libros de visitas del Santuario.

Uno de los tesoros que tenemos en el Archivo de la Fundación Alberto Hurtado son los libros de visitas. Estos son los cuadernos que encuentras en la tumba, aproximadamente de tamaño oficio de 200 hojas, en que los peregrinos dejan su mensaje y testimonio, sobre el impacto que San Alberto ha tenido en su vida.

Son 262 libros en inventario (¡y más por registrar!), que cubren un periodo de 1990 al 2023, ordenados de manera cronológica, lo que es un gran valor en este tipo de registros históricos. En ellos se estampan las intenciones, los sueños, los dolores… en fin, el retrato interior de los peregrinos y de las distintas maneras de relacionarse con el santo.

Nos cuenta Mijael Obando, el archivero de la Fundación, sobre el contexto histórico, y algunos datos sobre la tumba:

“Con permiso del gobierno en turno, se sepultaron los restos del padre Alberto Hurtado en la capilla velatorio de la parroquia Jesús Obrero (Capilla de las Bienaventuranzas), vecina a la sede central del Hogar de Cristo. El 8 de agosto de 1990 se comenzó a colocar un “libro de oraciones” donde las personas podían dejar algún escrito dedicado al Padre en donde comenzaron a expresar peticiones, pensamientos y a alzar oraciones.”

“En el año de 1995, se finalizó la construcción del Santuario del Padre Hurtado, desde entonces se trasladaron sus restos mortales de la Capilla de las Bienaventuranzas hacia este lugar. La tumba es un sarcófago de piedra que contiene tierra traída especialmente de todas las regiones de Chile, como una manera de representar el cariño que le tienen las personas a este hombre santo. Desde entonces, hasta el día de hoy se sigue acumulando una gran cantidad de dedicaciones a la figura del Padre Hurtado.” (Documentos del Padre Hurtado)

Pocos días después de que se comenzaran a colocar los libros de oraciones sobre la tumba, el día 23 de agosto de 1990, un peregrino relataba: “Estoy admirado de saber cómo fue [San Alberto] cómo él supo elegir el camino más correcto, hacia Dios. Por eso doy las gracias a Dios, porque yo, el que estoy escribiendo aquí, también tomaré ese camino bueno, correcto, porque yo también quiero y voy a ser un sacerdote…” En estos años se comenzaba a preparar la beatificación de San Alberto, en medio de un fervor popular intenso, de los que fue parte la creación del Santuario San Alberto Hurtado en 1995. Este es uno de los escritos que muestra la relación cercana con el santo y la experiencia de compañía que tienen los peregrinos.

Este y muchos testimonios de vida laical, religiosa y sacerdotal, están recogidos en estos libros de visitas, que queremos poner a disposición de la comunidad, para visitas y para estudio de académicos durante el 2023. ¡Los esperamos!